Un pequeño monstruo marino – lleno de algas por todos lados, unos ojos súper chistosos. A su familia le gustaba asustar – eran monstruos súper malos – pero a Seguismundo no le gustaba asustar. A Seguismundo lo encontraron dos niños que lo hicieron suyo y lo llevaron a casa. Está de más decir la clase de programas que esto les acarreaba.
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